{LA VERGUENZA COMO PADRES}
Sentirnos avergonzados como padres es algo nuestro, no es asunto de nuestros hijos.
¿Normal sentirlo? Mmm...sí. Yo diría que todos en algún momento nos hemos sentido avergonzados, sin embargo, el ejercicio es pasar de ese sentimiento de vergüenza, a la comprensión de tres cosas:
1) la etapa de desarrollo en la que se encuentran nuestros hijos, la cual inevitablemente los hará comportarse de forma distinta a los adultos. Es decir, en realidad no hay por qué avergonzarnos.
2) la importancia de reconocer a nuestros hijos como una persona aparte/distinta, la cual NECESITA vivir sus propias luchas, retos, y decisiones para poder reconocerse como un ser único en este mundo. Y eso pues inevitablemente a veces nos coloca en situaciones "incómodas" como padres.
3) que la vergüenza es nuestra, por lo tanto no le corresponde a nuestros hijos la tarea de "ponérnosla o quitárnosla".