{NO HAY NADA QUE REPARAR}

La adolescencia no es algo a lo que debamos temer,
no es un hoyo negro en la vida.
La adolescencia no es pérdida, es intensidad.
E intensidad de la que aclara, no de la que golpea.

La adolescencia no es el momento en el que nuestros hijos se alejan,
tampoco el lugar en donde perdemos el bus hacia las novedades en su vida
(Bueno, tal vez a veces sí. Pero siempre podemos correr a la siguiente parada).
La adolescencia es una segunda oportunidad,
de darnos lo que hubiésemos querido tener,
de verlos con ojos compasivos,
de estar como nos hubiera gustado que estuvieran.
(y muchas veces ese "estar" es en silencio).

La adolescencia no es rechazo.
Es invitación a la obra de teatro, pero esta vez no en primera fila
Sino una invitación a ver el ensayo general, 
una y otra vez,
una y otra vez.

ANDREA CABRERA