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Definitivamente hemos aprendido muchísimo desde que inició la pandemia. Muchas de nosotras, continuamos trabajando desde casa (ya sea porque emprendemos o porque nuestro trabajo así lo permite.)
Por eso, les comparto 4 recomendaciones que les pueden servir en su día a día:
1. Comunicar a tus hijos cuando tu paciencia está corta
Muchas veces creemos que tenemos que ser capaces de todo, pero no lo somos. A nuestros hijos les hace bien saber cuando nos estamos enojando; no solo les ayuda a entender la situación sino a replicar el mecanismo de aviso cuando les sucede a ellos. Seamos un barómetro a través del cual ellos puedan visualizar mejor lo que sentimos.
2. Tomar pausas, y usar esas pausas intencionalmente
Agendar pausas de 15 minutos y usarlas intencionalmente es imperativo. ¿Qué voy a hacer en esas pausas? ¿Tomar agua? ¿Estirar un poco? ¿Sé qué estiramientos hacer? ¿Salir a tomar un poco de aire? ¿Servirme una taza de té? Una vez más, es importante hacer valer esas pausas frente a nuestros hijos (no siempre “escondernos” para tomarlas): “Mamá necesita estos 15 minutos. Sé que quieres estar conmigo, pero para poder estar contigo necesito recargar mis energías.” Probablemente a nuestros hijos no les agradará la idea, pero la meta es que ellos reciban el mensaje y no necesariamente que estén de acuerdo.
3. Iniciar todos los días con un plan, pero dando la bienvenida a lo inesperado
Sí, es importante podernos organizar y planificar nuestro día o semana para ser más eficientes. Sin embargo, siendo mamás tenemos que tener en mente que este plan probablemente pueda cambiar. Organizarnos solamente es bueno si también somos capaces de ser flexibles. Como seres humanos estamos sujetos a lo inesperado, y los niños con sus emociones fluctuantes, constantes cambios y crecimiento, aún más. Tener expectativas realistas ayuda a no frustrarnos tanto si no cumplimos todo al pie de la letra.
4. Tener presente que hay malos días, y que eso es normal, parte del proceso.
Con un nuevo bebé en casa es normal sentir que no estamos apoyando a nuestros otros hijos al cien por ciento. Es normal sentir que no estamos dándole a nuestro trabajo nuestra mejor versión (incluso meses después de haber retomado nuestras labores). Es normal sentirnos desgastadas e improvisando en muchos momentos. Especialmente en esta etapa de post-parto, todas estamos haciendo lo mejor que podemos, y este es uno de los mejores mantras que podemos decirnos las unas a las otras…¡e incluso a nosotras mismas!
Y aunque pasen los días, y nos vayamos “acostumbrando”, que no se nos olvide que estamos enmedio de una etapa tan vulnerable, cambiante, llena de emociones y descubrimientos, como lo es el puerperio. Además, más allá de durar 40 días o 3 meses, esta etapa puede incluso durar dos años o tres. Esto debe abrirnos la puerta a ser amables con nosotras mismas, y darnos perspectiva para comprender que si las cosas se sienten difíciles es porque probablemente están siendo difíciles, y no porque haya algo “mal” con nosotras.